Pasa cada día y no siente nada. Cada vez se siente menos, no siente que tiene un cuerpo. Se siente un ente. Si bien siente las sensaciones externas de su cuerpo no se ident¡fica mucho con ellas. ¿Es acaso un muerto viviente? Quiere sentirse, quiere que le hagan sentirse. ¿Cómo? Nada le basta. Necesita intensidad de sensaciones.
Añora los momentos de su niñez en los que paseaba por el parque con mamá y papá, el triciclo, los ganzos, el carrusel, los juegos mecánicos, la tierra, las plantas. Añora las salidas de fines de semana al campo, a unas horas de la ciudad. La melancolía formaba parte de su ambiente pero se sentía feliz. Creció en este ambiente melancólico que ha marcado por completo su vida. Ella es aun esa niña, esa pequeña niña ingenua que hacía cosas "raras", que hacía cosas que le nacían hacer, que se masturbaba y le decían que estaba mal , la cohibían y tenía que hacerlo a escondidas muchas veces. Se sentía sola. No veía nada de malo en las cosas que le provocaban hacer, decía todo lo que pensaba, confiaba y pensaba que todas las personas eran buenas. Le daban de todo, casi todo lo que pedía, pero eso no bastaba para llenarla, necesitaba otro tipo de regalos no materiales que la llenasen. Sí, se sentía sola en el fondo. Le gustaba conversar mucho con la gente mayor, era la engreída de todos, muy conversadora y cariñosa, jugaba y reía mucho. Era feliz por muchos momentos, hasta que fue creciendo y se fue dando cuenta que su vida no era "normal" como la de las demás familias, que pasaban cosas feas y fuertes para su sensibilidad. Pasó el tiempo y su familia se redujo a solo tres, y eso, a dos y medio (incluyéndose ella). La niña extrovertida pasó a ser una niña introvertida, tímida, asustadiza. No es culpa de los padres que no sepan criar a sus hijos, y mucho menos si no han querido tenerlos.
Esta niña ya no es asustadiza ni tímida, por el contrario, es fuerte, creó fuerza para protegerse del mal, para protegerse de los villanos. Sabe usar su inteligencia para hacer lo que quiera, siempre hace lo que quiere y se sale con las suyas, es bastante astuta y observadora. Bastante callada muchas veces, sobretodo cuando analiza las situaciones y observa a los demás como si fuese una película en vivo y en directo. Se divierte haciéndolo. Pero a veces, la niña ingenua y soñadora se manifiesta, quiere salir, se siente dañada por tanta mierda que existe. Es mejor que regrese a su guarida y no salga más. Otro detalle aquí, ni qué decirlo, ella no es feliz.
